Pesadilla.
Porque cada noche sueño contigo, y la tortura de poder soñarte y no poder tenerte en la vida real es tal, que en los momentos de alegría me place poder verte al menos, aunque sea en sueños; y en los momentos de la más absoluta tristeza, quisiera poder hacerlos realidad de cualquier forma posible, y si eso no es posible, morir consumida.
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